Qué fue de...

Personajes olvidados, lugares que solíamos visitar, extrañas costumbres que teníamos... Nostálgica sección en la que se recuerdan míticos íconos de la Familia.

Qué fue del Simba

Empezamos esta nueva sección con una entrada dedicada al Simba, mítico perro del Yairon. Todos los amigos del Girón recordamos al Simba con cariño. Si su amo de por sí ya es legendario, la mascota no podía ser menos. La raza del Simba era pekinés, un perro bastante pequeño. El Simba procedía de la pajarería de enfrente de la comisaría. Su nombre se decidió por imposición paterna, no girónica, si no Suarez (recordad que Girón es el segundo apellido del Yairon). El anterior perro que tuvo la familia Girón se llamaba Beethoven, en homenaje a aquella película del San Bernardo. El nombre estaba decidido casi por unanimidad familiar, Beethoven 2. Sin embargo, al patriarca Suarez (al pobre hombre no le hace gracia que su familia sea más conocida como Girón) no le parecía un nombre adecuado, así que decidió el suyo propio, Simba. No se sabe si el Yairon padre es gran fan del Rey León o si directamente desconoce que Simba es más bien un nombre más apropiado para un felino, pero el caso es que el trato era que o el perro se llamaba de esta manera o no sería aceptado en la casa. Un perfecto ejemplo de que la democracia se la pasan por los huevos.

El Simba en su máximo esplendor

El Simba se integró en la vida familiar girónica de manera excepcional. Recibió todo el cariño posible, además de sustanciosas sobras de la carnicería como dieta ocasional. El can tiene en su haber varias anécdotas de las cuales me vienen a la memoria las que recojo en este artículo. El hábitat del Macartimbeu (como el Yairon lo llamaba en ocasiones con tono afectivo) era la cocina. Disponía de un patio trasero para corretear y depositar sus excrementos cuando no tenía oportunidad de echar un truño en la calle. El Simbeu fue compañero de vicio en los tiempos en los que jugábamos a la Mega Drive en la cocina del Yairon. En sus épocas de juventud era un perro bastante revoltoso y una vez llegó a pegar un tirón de un cable y tirar la videoconsola al suelo. Esto provocó la ira de Rubén Suarez Girón, que vio como sus sentimientos entraban en conflicto. Realizó unos aspavientos en el aire acompañado de sonidos irrepetibles pero al ver que el Simba se acojonó, pues no hizo otra cosa que levantarlo y darle unos besos en el lomo

El Simbeu en brazos de su amo

Llegada su adolescencia canina, (en años perro se supone que es a partir del año y medio), el Simba sufrió un descontrol hormonal. Vamos, que era un folla-piernas. Disponemos de documentos animados que podéis ver más abajo. Hubo una vez que estábamos jugando a la Play en la solana del Yairon cuando al Macartimbeu le entró un calentón de aquí te pillo aquí te mato. Al parecer sentía bastante atracción por los tenis del Albert. Fue amor a primera vista. El Simba empotró con pasión las zapatillas del Albert, depositando tras el acto sus fluidos caninos sobre los pies del Albert. Esto provocó una llantera en el joven Albert. Tras su relación con los tenis del Albert, se conoce que el Simba tuvo relaciones esporádicas con un cojín de los sofales del Yairon.

El Simba, a pesar de no haber llegado a llamarse Beethoven, mostró gran pasión por la música. Es conocido que el Yairon tiene una latente habilidad para tocar el piano. Hacía sus pinitos tocando canciones básicas de piano mientras el Simba ladraba al unísono. Un dueto musical que bien podría merecer una película de Hollywood o por lo menos una actuación en Tú si que vales.

Otra anécdota contada por el propio Yairon fue que el Simba se enfrentó a la perra del Alex el Owen, un vecino del barrio. Al parecer al Simbeu se le fue la olla y se le tiró a la pastora alemana, que superaba con holgura la talla de nuestro entrañable pekinés. Las habilidades ofensivas del Simba no lograron dañar a la perra del Álex, pero si ocasionaron que ésta empezara a llorar. Contada así no hace gracia, pero el Yairon asegura que fue un momento de gran descojone.

Una de las últimas imágenes que fueron tomadas del Simba

El pobre Simbeu pasó sus últimos años con una ligera ceguera hasta que pasó a mejor vida en Julio de 2013. No se le conoce descendencia genética. Nunca podrá ser sustituido, pero la familia Yairon adoptó otro perro llamado Macarrón, que seguirá la estela que el Simba dejó en nuestros corazones.

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